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MENTALIDAD HEDÓNICA
Por Pastor Elid Dodanin Magaña*
En la mente de un hedonista o epicureano, existe sobre todas las cosas el deseo de placer, ya sea físico o mental y hasta sexual. No todos los placeres son dañinos para la vida cristiana. Por ejemplo: El placer de triunfar en los deportes, comer lo que a uno le agrada, sin llegar a la glotonería, graduar de una carrera académica o teológica, vestir la toga, su birrete y la chilca. No obstante, existe el deseo del placer sexual sin compromiso, el cual está dañando la sociedad y la obra evangélica; por ello, la Iglesia debe estar informada con respecto a dicho tema.
¿QUÉ ES HEDONISMO?
La palabra hedonismo es de origen griego. Está formado por hedone, que significa “placer” y el sufijo –ismo, que expresa “doctrina.”
Es la doctrina filosófica basada en la búsqueda del placer y la supresión del dolor, como objetivo o razón de ser de la vida. Dicha doctrina considera el placer como el fin de la vida, por lo que se deduce, que los seres humanos deberíamos dedicarnos exclusivamente a vivir en su eterna búsqueda.
También, es una filosofía antibíblica, con una moral ajustada al pensamiento de Epicuro, un filósofo griego que vivió en los años 341-270 antes de Cristo. Él creía que las personas debían evitar el dolor o el sufrimiento y promover lo que genera placer; esto ha sido la causa de mucha infidelidad en el matrimonio, porque no se ha respetado los principios establecidos por Dios.
En los tiempos del Apóstol Pablo, todavía existían los epicúreos con la misma filosofía de buscar el placer y evitar el dolor. Parece ridículo, que siendo amantes del saber, habían caído en la idolatría reinante en Atenas. Fue con ellos que se enfrentó y les mostró al verdadero Dios, y los propósitos que Él tiene para que la humanidad alcance la auténtica felicidad. Hechos 17:18
¿QUÉ ACTITUD DEBE TOMAR LA IGLESIA, ANTE EL HEDONISMO?
Estar vigilante frente a los embates de estas filosofías hedonistas Epicúreas, filtradas a través de los que se dicen ser cristianos, pero no están dispuestos a practicar la santidad que Dios exige a sus seguidores. “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”. Hebreos 12:14
Algunos están en la iglesia, pero no les interesa la transformación espiritual y milagrosa, ni la nueva criatura en Cristo; sino que andan tras los placeres de la carne, buscando a quien devorar, con quien fornicar o adulterar.
El Señor dice: “No cometerás adulterio”. Éxodo 20:14. También nos exhorta: “…Huid de la fornicación…” 1º Corintios 6:18. El Hedonismo no huye de la fornicación ni del adulterio, él busca solamente el placer como fin de la vida en si.
En estos tiempos, el hedonismo se manifiesta tal como lo demuestran las Sagradas Escrituras, el apóstol Pablo expresa: “…aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra la naturaleza. Y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres y recibiendo en si mismos la retribución debida a su extravío”. Romanos 1:26-27. El verdadero creyente en Cristo, se abstiene de los placeres mundanos, por que ya no vive para sí, sino para el Señor. Las relaciones sexuales están reservadas para el matrimonio.
Urge predicar haciendo un llamado a la santidad. El Apóstol Pedro manifiesta: “Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, por que yo soy santo”. 1º Pedro 1: 14-16.
¿QUÉ ACTITUD DEBEN TOMAR LOS PASTORES FRENTE AL HEDONISMO DENTRO DE LA IGLESIA?
No ser tolerantes con la carnalidad. El pastor y la iglesia de Tiatíra, fueron tolerantes con una mujer llamada Jezabel, que se decía ser profetisa; ella enseñaba y seducía a los hermanos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. Apocalipsis 2:20
El deseo de los placeres carnales no respeta instituciones religiosas. Si comparamos este caso con el de Hechos 17:16-18, nos damos cuenta que el hedonismo también es idólatra, por lo tanto, puede causar daño en la búsqueda del placer en cualquier congregación. En Atenas había hedonismo epicureano e idólatra.
No olvidemos que Dios está vigilando el accionar de las personas que no andan conforme al espíritu, sino conforme a la carne. El creyente debe controlar sus apetitos sexuales o se expone al juicio divino.
Dios da oportunidad para el arrepentimiento. Apocalipsis 2:21-22 declara: “Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación”. Ella estaba más interesada en el placer sexual que en arrepentirse de pecar.
Luego vienen las consecuencias.
Dios dijo: “He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, sino se arrepienten de las obras de ella”. Y heriré de muerte a sus hijos.
Dios escudriña la mente y el corazón y pagará a cada uno por la maldad del mismo. Debemos tener cuidado con el hedonismo dentro de la iglesia y estar conscientes que los placeres del mundo o de la carne nos pueden apartar de Dios, y llevarnos a sufrir consecuencias eternas.
Da tristeza cuando algún siervo de Dios se deja minar por este deseo de placer. Renuncia al santo ministerio, abandona la iglesia que tanto lo amaba y comienza una nueva forma de vida.
CONCLUSIÓN
No olvidemos el llamado del Apóstol Pedro citado en 1º Pedro 1: 14-16.
Muchas personas se arriesgan a contraer enfermedades contagiosas como el virus del SIDA, por andar en la búsqueda del placer sexual. Debemos mantener las normas de santidad y apartarnos de toda señal de fornicación o adulterio, seamos fieles a Dios y al matrimonio; tengamos cuidado con el hedonismo. Que el Señor nos bendiga y guarde de todo mal.
*El autor es pastor con Cuarenta y ocho años de ministerio.
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