WEBMAIL
 

Content on this page requires a newer version of Adobe Flash Player.

Get Adobe Flash player

 
Inicio | Historia | Misión y Visión | Ediciones | Contáctenos | Comisión

BÚSQUEDA POR TEMA :
MINISTERIO
IGLESIA
HISTORIA
ALABANZA
MOTIVACIÓN
FAMILIA
MUJER
SALUD
UNIDAD
JÓVENES




 
 

 

 

 

DE NIÑA A MUJER…

Por Mónica Beatriz Valle González *

“¡Quítate esos zapatos que me los vas a arruinar!”. Recuerdo esas palabras como si fueron dichas ayer. Era una niñita que jugaba a “ser grande” calzando los tacones de mamá. Apenas lograba llenar la mitad de los zapatos con mis pequeños pies, pero en mis pensamientos, ese accesorio, tan admirado en los pies de mamá, era lo que me hacía sentir grande, como si fuera una mujer.

Ahora que medito en eso, veo que ni cuenta me di en qué momento mis pies llegaron a ser lo suficientemente grandes, como para usar mis propios tacones y dejar de soñar con los de mamá. ¡El tiempo pasa tan rápido! Algunos consideran que el cambio de niña a mujer, ocurre precisamente en el momento en que nuestro cuerpo sufre una serie de cambios físicos y nos llega la primera menstruación.

Esa transición va mucho más allá de cambiar físicamente; porque, para ser honestas, pasamos los 12, 13... 16 años y en nuestra mente seguimos siendo las niñitas de la casa. Aunque de pronto nos sentimos demasiado grandes para ser tratadas como unas niñas, en nuestro corazón y mente seguimos siéndolo. Y es que pasar de niña a mujer es más que cambios físicos... es el inicio de una nueva etapa de la vida, en la que se deja de soñar con lo que algún día serás, y se empieza a dar pasos concretos para convertirte en lo que un día soñaste ser.

Todas somos diferentes; cada una tiene sus propias formas de ser y ver la vida. Toda mujer experimenta sus propios procesos de cambio, y cuando finalmente llegan, nuestra vida nunca más vuelve a ser la misma ni física, ni mental, ni emocionalmente.

Esta etapa de cambios es muy difícil. ¡Fue más fácil ponerme los tacones de mamá! Sentada frente a mi computadora trato de explicar todo lo que el proceso de niña a mujer implica. Comienzo a recordar tantas cosas que han marcado y convertido mi vida en lo que ahora soy. Actualmente tengo 30 años. No me siento mayor, pero estoy plenamente segura, de que no soy más la muchachita de hace unos años; mi vida actual da testimonio de ello. No puedo asegurar en qué momento se desencadenó todo.

Aún me sorprendo cómo reacciono ante ciertas situaciones que enfrento y no porque haya cambiado mi esencia personal, sino porque ahora pienso las cosas de forma más madura. Hace un par de días le conté a mi mami acerca de una cuestión muy personal. Ella me respondió: “¡tienes edad para saber qué quieres!”. Me sorprendió su respuesta, pero al analizarla, me di cuenta que es cierto.

Se lo que quiero en la vida, y no me da tanto miedo el futuro, porque de alguna manera estoy viviendo el futuro de aquella niñita soñadora, que sigue soñando, y da pasos seguros para hacerlos realidad. No hay nada que nos prepare lo suficiente para enfrentar cualquier proceso en la vida. Es como si le preguntáramos a una pareja de padres primerizos, si después de leer decenas de libros sobre cómo ser padres, están listos para serlo. Se aprende viviendo, experimentando.

Partiendo de ese hecho, y con respecto al tema, comparto algunas recomendaciones puntuales para quienes van “de niña a mujer”: · Disfruta cada etapa que vives. La vida se nos va sin darnos cuenta. Nos preocupamos por lo que pasará después; y cuando ese “después” llega, deseamos retroceder el tiempo, porque no nos dimos cuenta cuándo se nos fue. Sigue soñando y sienta las bases para lo que esperas en el futuro de tu vida. Disfruta lo que vives en el presente, atesora los buenos momentos y aprende de los que no son tan buenos. ·

No está de más tener modelos a seguir. No podemos vivir basadas en la vida de otras personas, pero siempre hay alguien, cuya vida y experiencia nos motiva a construir la nuestra. En medio de una etapa tan crucial en la vida, como la transición de niña a mujer, nos puede ser útil buscar una persona de quien tomar ejemplo; no es que ella va a condicionar nuestra vida, sino que nos motivará a sacar lo mejor de nosotras, para que un día logremos ser mujeres ejemplos que motiven a otras.

Los padres son esenciales en esta etapa de la vida. Si estás en la posición de hija, no alejes a tus padres de ti; aprovecha este tiempo para estrechar lazos con ellos; los necesitas. Nadie mejor que papá y mamá para amarte, aconsejarte y guiarte. Si eres padre o madre de familia, déjame decirte que tu hija te necesitará mucho más que una figura de autoridad. Ella deseará encontrar en ti una amiga en quien confiar.

Cambia el regaño por un consejo ¡dale tiempo y acércate a ella! · Permítete formar tus propios criterios. Con tanto bombardeo mental difundido a través de los medios de comunicación, las redes sociales y los mismos amigos, es difícil formar nuestros propios criterios.

Es más fácil dejarnos llevar por lo que la mayoría piensa y dice, que pararnos firmes y defender lo que verdaderamente pensamos. Recuerda que eso marca la diferencia entre una persona madura y una que no lo es. No tengas miedo de desarrollar tus propios criterios y convicciones personales; unos te entenderán y respetarán; otros no lo compartirán, pero que eso no te inhiba... defiéndelos con confianza y aprende a tener firmeza de carácter.

No vivas los sueños de otros, da pasos firmes para cumplir los tuyos. · La última recomendación, pero no menos importante, es que te aferres a aquel que levantó a mujeres sobresalientes como Rut, la abuela del rey David; como la hermosa e influyente reina Ester; como Ana, inquebrantable mujer de fe; como Lidia, hospitalaria y de negocios; como la valiente Débora; como la virtuosa virgen María y muchas otras más.

¡Aférrate a Dios! En este proceso de niña a mujer, nadie podrá mantenerte en pie y sacarte triunfante, solo Aquél que te creó y conoció desde antes que te formases en el vientre de tu madre. Finalizo diciéndote que, como todo proceso, éste lleva su tiempo y para cada una es diferente. No te apresures, aprende, madura, crece y vive a tu propio ritmo.

 *La autora es hija de los pastores Walter y Carolina Valle y Coordinadora del ministerio de alabanza de Iglesia Josué, Santa Ana. También es la creadora de www.lamaximony.com

 

 

 
 

 

INICIO | HISTORIA | MISIÓN Y VISIÓN | SUSCRIPCIÓN | CONTÁCTENOS | WEBMAIL

luzyvida.com.sv © 2018 All Rights Reserved.