¿HIJO DE PASTOR O PASTOR HIJO?
Por Elid Dodanim Magaña*
En los cuarenta y siete años que he servido como Pastor, he visto hijos de Pastores que son el brazo derecho de sus padres en el ministerio pastoral, hasta el grado de dejarlos porque han sido llamados a servir como Pastores en otra congregación.
Es motivo de gozo mirar a muchos hijos de pastores reunidos en los convivíos de la Asociación de Pastores Hijos -PH´s-, donde muchos son motivados a ser mejores creyentes y servir a Dios con mayor entrega Tristemente, -debe decirse también-he escuchado a personas referirse a los hijos de los Pastores en términos despectivos.
En algunos casos, los han tratado como si fueran lo peor en toda la congregación; muchas veces con razón. Mención especial debemos hacer al arduo trabajo del misionero Donald Triplett, quien tomó la visión iniciada en nuestro país para formar la Asociación Nacional de Pastores Hijos. A la vez, agradecer al Comité Ejecutivo de las Asambleas de Dios, quien en su debido momento avaló dicha asociación; la cual ha servido para consolar y ministrar a aquellos que fueron vistos y tratados con desprecio, lo cual ha servido para producir mayor auge en el accionar ministerial de los Pastores Hijos.
Veamos la experiencia ministerial de estos hijos desde las siguientes perspectivas: I- Los hijos de pastor que nacen en el ministerio. Nacen, crecen y comen de la bendición del Señor.
Toda su niñez la viven entre la congregación. Sufren las limitaciones del ministerio y no escapan a las críticas. Aprenden a convivir con personas que no son leales a Dios ni a su iglesia; menos a su Pastor. Conocen personas que dicen ser cristianos, pero no tienen temor de Dios; escuchan las detracciones con respecto a sus padres.
Es de tomar en cuenta que no necesariamente por ser hijo de pastor, va a ser pastor. Algunos recibirán el llamado, otros no. Es una maravilla de Dios, tener hijos pastores sirviendo en la obra del Señor, ministros que conocen el ambiente de iglesia, que junto a sus padres han disfrutado las vivencias espirituales con Dios; pero también han vivido experiencias negativas.
II- El Pastor llamado al ministerio, cuando sus hijos son adolescentes. Estos son los hijos que ya habían nacido cuando sus padres fueron llamados al ministerio pastoral y tuvieron que adaptarse a una nueva forma de vida, que no escogieron. Se les terminó su privacidad; los llevaron a vivir a la casa pastoral, contiguo al templo. Los ojos de los asistentes a la iglesia estaban dirigidos hacia el comportamiento de la familia pastoral.
Algunos recibieron maltrato y abuso verbal, por parte de personas que sin tener ninguna autoridad, corrigieron, según ellos, a los hijos del Pastor. Sufrieron desvelos, porque los hermanos siempre se quedaban después del culto para platicar con su padre, mientras los hijos esperaban a que se fueran para ir a cenar o a acostarse a dormir, a veces sin comer.
Esta es la escuela en la cual se han formado muchos hijos de pastor. A pesar de eso, aceptaron el llamado de Dios para “ir donde la Obra los necesita.” Muchos ni se imaginan como es la vida del hijo del Pastor, que lucha por servir a Dios y obedecer a su padre y Pastor.
3- Los Pastores Hijos. Al hablar de los Pastores Hijos, los veremos desde dos puntos de vista.
1. La Asociación de Pastores Hijos, PHs. Es un ministerio que pretende, según las palabras de David Campos, actual presidente de la Asociación: ¨Restaurar corazones, curar heridas, crear un sitio de honor para ellos; que cada PH pueda reconocer que hay un ministerio en el cual ellos pueden participar¨.
¡Encomiable labor! Se inculca en los muchachos la idea de que no son solamente hijos de un Pastor, sino, a su vez, Pastores Hijos, es decir, hijos que desempeñan ministerio pastoral junto a sus padres. A partir de este esfuerzo han surgido muchos pastores hijos con ministerio reconocido en las Asambleas de Dios.
2. Pastores hijos con ministerio pastoral. Son el fruto del trabajo de la Asociación. Colocan al PH en la posición de servicio a Dios y en esa medida, sienten el llamado divino y se convierten realmente en Pastores; llamado que habían rechazado. Dios ha sido bueno y ha cambiado la mentalidad de muchos que no valoraban a los hijos de los pastores.
*El autor es hijo del recordado Pastor Asambleísta Elías Magaña y de la actual Presidenta Nacional del Concilio Misionero Femenil, Sarita de Magaña. Ha servido como Pastor durante 47 años. Es uno de los líderes fundadores de la Asociación de Pastores Hijos de las Asambleas de Dios de El Salvador
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