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EL ABORTO: UN ATENTADO CONTRA LA VIDA
Por: Dr. Miguel Antonio Botto Rosales*
Aborto es toda interrupción del embarazo - espontáneo o provocado- durante las primeras 20 semanas de gestación, con un peso fetal menor de 500 gramos.
TIPOS DE ABORTO
Aborto Espontáneo: Antes de las 16 semanas de gestación se presentan aproximadamente tres cuartas partes de los abortos espontáneos ó no provocados; y de éstos más del 60% son secundarios por defectos del huevo fecundado por causas maternas. El 15% son secundarios, inducidos por enfermedades sistémicas de la madre, carencias nutricionales, malformaciones anatómicas maternas y traumatismos.
No se ha podido demostrar que el aborto puede ser inducido por estímulos psíquicos, como temor intenso, pena, angustia o ansiedad. En casi una cuarta parte de los abortos, no es posible determinar las causas.
Aborto Provocado: Al respecto, en El Salvador, en 1997, la Asamblea Legislativa modificó el Código Penal, para eliminar la posibilidad de dispensar las sanciones penales, cuando la vida de la mujer se encuentre en peligro, cuando el embarazo sea resultado de una violación, o cuando el feto padezca malformaciones severas y previsibles.
Como resultado, las mujeres que se realizan abortos en nuestro país corren el riesgo de ser sancionadas penalmente, aún en el caso de que sus vidas sean puestas en peligro por el embarazo.
A nivel mundial se estima que el 15% de todos los embarazos terminan en aborto espontáneo. En El Salvador, entre enero de 2005 y diciembre de 2008, se registraron en todo el país 19,290 abortos. De ellos, 27.6 % ocurrió en adolescentes. Tanto para el año 2007 como para el 2008, por cada cien partos atendidos, 6 mujeres abortaron. (Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social).
Tan valiosa es la vida intrauterina para Dios, que en Jeremías 1:5 dice: “Te conocía aun antes de haberte formado en el vientre de tu madre; antes de que nacieras, te aparté y te nombré mi profeta a las naciones” (NTV).
Principales argumentos en contra de la posición cristiana sobre el aborto.
- ¿Qué sucede en los casos de violación y/o incesto? Tan horrendo como el quedar embarazada como resultado de una violación y/o incesto, es el asesinar a un bebé. ¿Sería esa la mejor solución? Dos errores no hacen un acierto. El niño que llega a ser el resultado de violación y/o incesto puede ser dado en adopción a una amorosa familia que no haya podido tener hijos propios o ser criado por su madre. Importante es también que el bebé no sea castigado por los actos malvados de sus progenitores.
- ¿Y qué sucede cuando la vida de la madre está en riesgo? Honestamente, esta es la pregunta más difícil de responder en el tema del aborto; sin embargo, recordemos que Dios es un Dios de milagros. Él puede preservar la vida de una madre y su bebé, a pesar de que los pronósticos médicos estén en su contra. Pero las acciones que respondan esta pregunta sólo pueden ser decididas entre el esposo, la esposa y Dios. Cualquier pareja que enfrente esta difícil situación deberá orar al Señor por sabiduría (Santiago 1:5) para saber lo que Él quiere que hagan.
Para aquellos responsables de un aborto, deben saber que su pecado no es menos perdonable que cualquier otro. A través de la fe en Jesucristo, cualquiera y todos los pecados pueden ser perdonados (Juan 3:16; Romanos 8:1; Colosenses 1:14). Una mujer que se ha producido un aborto, o un hombre que ha animado a él, e incluso, el doctor que ha ejecutado uno, todos pueden ser perdonados por la fe en Cristo Jesús.
*El autor es Ginecólogo y Obstetra. Pastorea la Filial de C.E.F.A.D en Santa Ana.
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